jueves, 22 de julio de 2010

COMO LO VEN ALGUNOS HISTORIADORES


Desde 1929 hasta 1933 fue presidente de Honduras el médico, narrador y político Vicente Mejía Colindres, del Partido Liberal. Mejía, aunque ptrotegió las libertades ciudadanas, hubo enfrentarse a la colosal depresión económica, así como con una oposición que, dominando los poderes Legislativo y Judicial, se oponía tenazmente al talante democrático del presidente.

A Mejía le sucedería el General Tiburcio Carías Andino, del(partido nacional), apoyado por la industria bananera en 1932. Carías ejerció brutal represión y acumulación de poderes. De esta forma extendió su dictatorial presidencia desde 1933 hasta 1949.

En 1957, el liberal Ramón Villeda Morales fue elegido presidente constitucional. Durante su gobierno, Honduras entró en el Mercado Común Centroamericano. Villeda quiso iniciar una tímida reforma agraria y favoreció la educación, pero la oligarquía, con apoyo de EE.UU., frenó sus planes al dar un golpe de estado protagonizado por el coronel Oswaldo López Arellano. Estos hechos marcaron el comienzo de un largo período de dictadura militar en Honduras.

López Arellano gobernó el país desde 1965 hasta 1974. La frágil economía hondureña se debilitó aún más durante su régimen. La fuerte inmigración de más de 300.000 salvadoreños aumentó el desempleo en el país, lo que terminó en la llamada "Guerra del Fútbol" en 1969. A pesar de ser considerada una victoria por parte del Estado Hondureño, dicha guerra demostró la debilidad del ejército hondureño al igual que su corrupción; en efecto, en el registro militar figuraba una serie de inexistentes soldados, cuyos salarios iban a los corruptos mandos. La guerra no terminó en derrota gracias a las dotaciones norteamericanas en pertrechos militares.

En 1974 López Arellano accedió a un segundo período de gobierno. Tras ser acusado de aceptar el soborno de la United Brands (sucesora de la United Fruit Company), López fue destituido por el golpe de estado del coronel Juan Alberto Melgar Castro. Tres años más tarde, Melgar también era depuesto por un triunvirato militar dirigido por el coronel Policarpo Paz García.

Al triunfar la Revolución Sandinista en Nicaragua, en Centroamérica el gobierno de Washington insta a Paz García a que organice elecciones libres en Honduras. Las legislativas se llevaron a cabo en 1980; un año después resultaba electo constitucionalmente Roberto Suazo Córdova. Suazo dio paso a la constitución de 1982, pero también a una siniestra etapa de terror, búsqueda y eliminación de elementos de la izquierda que, aun hoy, es tema tabú en la sociedad hondureña. Por entonces, el grupo Facusse propuso que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, a la manera de Puerto Rico.

Carlos Flores: gobernó durante uno de los períodos más difíciles de la naciónDurante el gobierno de Roberto Suazo Córdova, Estados Unidos hizo del territorio hondureño su base contra la revolución socialista de Nicaragua. La política de subversión destinada a derrocar al presidente nicaragüense Daniel Ortega continuó a lo largo del gobierno del "liberal" José Azcona Hoyo; éste, a cambio de su colaboración con Estados Unidos, recibiría una ayuda financiera sin precedentes, la cual fue más para beneficio del estamento militar que para favorecer la maltrecha economía del país.

En 1990 llegó al poder el "nacionalista" Rafael Leonardo Callejas Romero. Suyo fue el llamado Plan de Ajuste (o Reordenamiento Económico), no otra cosa que la aplicación de las teorías neoliberales de Milton Friedman entonces propuestas por Ronald Reagan y primera ministra inglesa Margaret Thatcher. Dicho Plan tuvo consecuencias desastrosas a corto plazo. La economía entró en crisis; el serio déficit fiscal y comercial causó el empobrecimiento de la clase media. El descontento no se hizo esperar y en 1994 resultó electo el "liberal" Carlos Roberto Reina Idiáquez.

Carlos Roberto Reina Idiáquez reajustó estructuralmente la economía y tuvo algunos resultados positivos en sus primeros meses de gobierno. Con todo, al final de su mandato el país terminó igual o peor que cuando estaba Rafael Leonardo Callejas Romero en el poder. El gobierno de Reina abolió el servicio militar obligatorio y reestructuró las Fuerzas Armadas. A través de estos cambios, Carlos Roberto Reina se encargó de desbaratar el poderío militar en el país.

A Reina Idiáquez le sucedió el "liberal" Carlos Flores Facussé, bajo cuyo gobierno el huracán Mitch devastó Honduras en el peor desastre de su historia. A las 10.000 muertes causadas se añadieron pérdidas materiales por más de tres mil millones de dólares.

Tras ello ascendió al gobierno el ex presidente del Banco Central de Honduras durante el régimen de Callejas Romero, el empresario de nacionalidad panameña Ricardo Ernesto Maduro Joest, quien mantuvo la línea de política económica neoliberal, obteniéndose que, dentro del marco de la HIPP (siglas en inglés de la Política de Países Pobres Altamente Endeudados), se condonara gran parte de la deuda externa del país.

Las medidas de Maduro contra los grupos de pandillas serían imitadas por los gobiernos de Guatemala y El Salvador. Sin embargo, esta ley anti-pandillas fue declarada inconstitucional por el Gobierno del liberal Manuel Zelaya, quien planteaba que los altos niveles de violencia en el país eran de origen estructural; es decir, asociados a los muy bajos niveles de desarrollo humano o a la pobreza extrema vigentes.

En el 2006, Maduro le entregaba el poder al liberal Manuel Zelaya Rosales, vencedor el 7 de diciembre del 2005 con el 49,9% de los votos. Durante la presidencia de Manuel Zelaya incorpora el país al ALBA y el vicepresidente renunciaría a su puesto para postularse a la presidencia del período 2010-2014.

El 28 de junio de 2009, a primeras horas de la mañana, el presidente Zelaya fue derrocado por un comando militar y detenido en su domicilio por militares a las órdenes del Tribunal Constitucional y conducido en avión militar a la capital costarricense. Para la tarde del 28 de junio en el Congreso,designó como sucesor al presidente del Congreso, Roberto Micheletti, con el compromiso de que el mismo permanecería en el cargo sólo hasta la terminación del mandato de Zelaya en enero de 2010. La comunidad internacional ha calificado el hecho como un Golpe de Estado y apoyado la continuidad de Zelaya

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