lunes, 18 de junio de 2012

EL MEJOR CANDIDATO DEL PARTIDO NACIONAL DE HONDURAS

Por Roberto Quezada

“No estoy para que ustedes me digan, ni yo para decírselos...”— Cantinflas, Mario Moreno.

Es seguro que usted lector, lectora, desde que leyó el título comienza a conjeturar, y si es nacionalista pues espera que ese mejor candidato sea el suyo, o la suya, también hay por allí un par de féminas, curiosamente hermanas, queriendo desbancar a la eterna bancada de ‘machos’ al frente del Partido Nacional.

Antes que nada, y esto no viene mal, debemos de recordar que entre las luminarias de ex presidentes de Honduras hay de todo, desde estrellas folclóricas que han hecho repercutir la danza del vientre de los balazos, hasta quien haya maltratado a su santa madre (y esposa también) más allá de las palabras, y aunque crean que el pueblo es sumamente idiota, no, todos estos pormenores de estos impíos son vox populi, claro, comentados en susurros para que no manden a matar a quien sepa tales detalles.

Ha existido también presidentes de Honduras que no son de Honduras, de otras nacionalidades, pero, en lo personal, nunca culpo tanto al extranjero que llega a presidir, a explotar, ese es su modus vivendi y son los papos los que se dejan pues bien dice el dicho que Dios dijo: “Hay les dejo… para que viva el más vivo del más…”. Y en este caso existen nombres entreguistas como el del profesor Pineda Ponce, trágico y triste ocaso para un individuo que una vez creímos ejemplar.

Puede ser que haya quienes crean que el mejor candidato no está, Oscar Alvarez, porque según lo dijo él públicamente, existen en Honduras alcaldes y diputados narcos, por tanto, si de sanear el país del crimen organizado en este rubro se trata, nadie mejor que él para que en Honduras reine la paz ya que es el hombre que carga la lista de los malos. Lo raro es que un sector de los Estados Unidos, que no duerme tratando de acabar con los malos y velando porque en los otros países del mundo haya paz, no ha invitado a Oscar Alvarez para que le entregue la lista de la maldad y de esta forma se evitan sus agencias el hecho de andar matando misquitos pescadores y misquitas embarazadas. Parece que Oscar Alvarez es más hojas que almuerzo y hasta salió desbarajustado cuando Jorge (Jorgito) Zelaya lo emplazó para que se midieran en elecciones para ver quién tenía mٔás gente para disputarse con los otros partidos la alcaldía de Tegucigalpa. ¡Vaya final de este otro héroe!

No faltará quiénes crean que el mejor candidato es el hombre de los baches y el del casco de albañil que raras veces se quita, el otro Alvarez, Ricardo. Su promesa de campaña es que hará de Honduras lo que ha hecho de Tegucigalpa, para eso no se necesita presidir, ya Honduras está como el promete que va a hacer, echa M, no sean mal pensados/as, es M de mártir, echa mártir de tanto crimen, de tanto bache, de tanto asesinado político y de delincuencia común, pues no hay nada que hacer puesto que así estamos.

Y no le ayuda mucho su campaña esa de “primero los pobres”, pues como diría mi querida abuela Mela: “No se necesita tener dos dedos de frente para lo falso que es eso”. En la clásica clase política hondureña los pobres nunca han estado, ni de primero ni de último. Simplemente existen para los días de campaña política, los días de ansiedad de voto, los días que se les regala un sanwich, un refresco y unos devaluados lempiras, para que voten por quien de allí adelante los va ignorar.

Aparece por allí Juan Orlando Hernández, anuncia hasta el tedio 25 mil fogones en un país de 8 millones de habitantes (en donde siete millones o quizá un poco más viven al borde la asfixia económica), esos 25 son, como diría el escritor estadounidense Kurt Vonnegut: Un pedo en el epicentro de un tsunami. O sea, nada. Anunció hasta el fastidio a unas tortilleras, las llama empresarias, pobres señoras, ya la industria de la tortilla de maíz y de harina, dejó atrás las hechas a mano y en fogón, es nada más que a alguien con billete se le ocurra comprar la maquinaria, como las fábricas tortilleras mexicanas dentro de los Estados Unidos, y adiós al pobre sueño de estas compatriotas “empresarias”.

Y, por si fuera poco, Juan Orlando Hernández se acaba de dar con la piedra en los dientes, al aparecer como escudero de los directores departamentales enfrentado a alguien que sabe más que él en esa materia, al ministro Marlon Escoto, todo con el deterioro de la educación de nuestro pueblo hondureño. Y aun cuando esos pleitos sean de compadre hablado, como dice Ricardo Alvarez, deja mal parado a Juan Orlando Hernández, quien todo este tiempo ha tratado de presentarse como moderado y de un día para otro cayó, o mejor dicho se dio a conocer tal cual es, en el mismísimo fascismo de Ricardo Alvarez. No existe ya ninguna diferencia. Esto demuestra que quien manda en Honduras es el golpe de Estado, y ellos son parte integral.

No faltará quien se pregunte por qué no mencioné a Pepe Lobo aquí, pues simplemente porque él no manda ni decide nada (él solamente cumplió su sueño de cipote que un día le llamaran presidente), en Honduras manda la Corte Suprema golpista y la fiscalía golpista, esto ha quedado evidenciado, otra vez, con todo ese complot contra el ministro Marlo Escoto, contra el magisterio nacional, y contra el pueblo hondureño en general.

Por todo lo antes expuesto, el mejor candidato del Partido Nacional es ese pobre pueblo nacionalista, que son nacionalistas “porque mi abuelo lo era”, “porque así nos criaron con la estrellita solitaria”. O aquella pobre viejita desdentada que puso Pepe Lobo en un anuncio y decía: “Es que antes éramos pobres”, solo porque le dieron un pinche bono de 10 mil lempiras, pero en plazos de 800 lempiras a mes. Es triste ver cómo se burlan de la ignorancia de nuestro pueblo.

Por eso pueblo mío, nacionalista, ya no te dejes llevar por rufianes, piensa, cambia, busca alternativas, tampoco debe de cegarse y tirarse a cambiar así por así, irse con Mauricio Villeda, por ejemplo, otro retrógrada que es enemigo del pueblo hondureño y de los pueblos del mundo, es igual a quienes con anuncios pagados con tu propio sudor te quieren pintar una Honduras que nunca será tuya.

El mejor candidato nacionalista es el pueblo nacionalista, ojalá despierte, cambie, y que estos vivarachos no lo sigan tomnado como un pueblo papo, el más papo de Honduras puesto que le venden la idea que el golpe no fue de los nacionalistas ni contra los nacionalistas. Claro que no, fue y es contra todo el pueblo hondureño.

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