miércoles, 21 de enero de 2015

RANGO CONSTITUCIONAL O SUPREMACIA CONSTITUCIONAL

La Supremacía Constitucional es un principio teórico del Derecho constitucional que postula, originalmente, ubicar a la Constitución de un país jerárquicamente por encima de todo el ordenamiento jurídico de ese país, considerándola como Ley Suprema del Estado y fundamento del sistema jurídico. Según cada país los tratados internacionales ratificados por el país gozan de igual rango (rango constitucional) o superior a las leyes e inferior a la constitución.

De nada vale el Principio de Supremacia si no existe un mecanismo que lo garantice, a este mecanismo se lo conoce como Control de constitucionalidad y juntos son dos de los más importantes pilares de la teoría constitucional. Para el desenvolvimiento de este control puede emplearse una Magistratura Constitucional y un Procedimiento Constitucional, elementos a través de los cuales se realiza el control de la vigencia del principio de constitucionalidad, o bien realizárselo en base al mecanismo conocido como sistema difuso de control de constitucionalidad, que puede estar a cargo de cualquier juez, sin importar su jerarquía o fuero.
 

Y A PROPOSITO DE LA POLICIA MILITAR, UN EMPERADOR EN HONDURAS

¿SERA QUE JUAN ORLANDO HERNANDEZ QUIERE CONVERTIRSE EN EMPERADOR?

La Guardia Pretoriana (del latín: praetoriani) era un cuerpo militar que servía de escolta y protección a los emperadores romanos. Antes de los emperadores, esta escolta era usada por los líderes militares aún desde los días de la familia de los Escipiones alrededor del año 275 a. C. Los miembros de la Guardia Pretoriana estaban entre las más diestras y célebres fuerzas militares de la Historia Antigua.


Los soldados de las cohortes pretorianas recibían doble paga y gozaban de numerosos privilegios. Cada miembro, al abandonar la cohorte, recibía 20 000 sestercios después de 16 años de servicios.

El término "pretoriano" tiene su origen en la tienda de campaña del general o praetor de un ejército romano llamada praetorium.

La primera noticia convenientemente documentada que hay es la del año 146 a. C. en que Publio Cornelio Escipión Emiliano marcha hacia Numancia con su impresionante ejército y una cohorte formada por 500 amigos que formaban su escolta personal, puesto que acampaban junto al pretorio, recibieron el nombre de «guardia pretoriana».

Muchos de los generales romanos tenían la costumbre de escoger entre las filas una fuerza privada de soldados para servir como escoltas (guardias) de la tienda o de la persona del general, y consistía en una infantería y una caballería. Durante las guerras civiles aumentó el número de los soldados que integraban la Guardia Pretoriana.

Con el pasar del tiempo, esta unidad (cohorte) se llegó a conocer como la cohors praetoria y varias figuras notables incluyendo Julio César, Marco Antonio y César Augusto tuvieron una. Julio César se dio cuenta que se necesitaba una unidad más peligrosa que las demás en el campo como la Legión X Equestris (o Legio X Gemina). Cuando Augusto se convirtió en el primer gobernante del imperio en el 27 a. C., decidió que tal formación era útil no solamente en guerra, sino también en política. Así, de las filas de las legiones de todas las provincias, Augusto reclutó a la Guardia Pretoriana. El campo ocupado por esta tropa se llamó «Castra Praetoria» (campamento pretoriano) y su comandante, designado por Augusto, prefecto del pretorio. Este cargo, puramente militar, no tuvo al principio gran importancia, pero la adquirió en la época de Tiberio. Los prefectos del pretorio se convirtieron poco a poco en primeros ministros del emperador. En un principio, había dos prefectos del pretorio.

PONGAMOS ENFASIS EN LO QUE SE DESCRIBE A CONTINUACION, UNA PAU TA QUE SE ESPERA DE LA POLICIA MILITAR EN HONDURAS
ASUNTOS POLITICOS
Luego de que muriera Sejano, como parte del Donativum (regalo imperial) que Tiberio había prometido, la guardia comenzó a jugar un papel más ambicioso y sangriento dentro del imperio. La guardia se convirtió en una fuerza sobornable que —por la suma adecuada de dinero o por pura voluntad— estaba dispuesta a asesinar al césar. La guardia incluso llegó a ser una amenaza para sus mismos prefectos y para el mismo pueblo romano. En el 41, Calígula fue asesinado en un complot orquestado por ciertos senadores y miembros de la guardia. Los pretorianos ayudaron a que Claudio tomara el puesto de emperador y retaron a que el senado se opusiera a su decisión.

Aunque la guardia contaba con el poder de matar al césar, sus funciones no incluían ningún papeleo administrativo, a diferencia del personal del palacio, el senado y la burocracia romana. En muchas ocasiones, las barbaries de la guardia fueron castigadas severamente por el emperador. En el año 193, Didio Juliano le compró el imperio a la guardia por una vasta cantidad de dinero luego de que la guardia lo subastara al mejor postor. Ese mismo año, Septimio Severo marchó a Roma y se deshizo de los pretorianos ya existentes para que fuesen reemplazados por miembros de sus propias legiones panonias. En el año 69, Tito Flavio Vespasiano ya había sentado bases para este tipo de hecho: se deshizo de un gran número de guardias cuando llegó al trono después de que Vitelio ya hubiese eliminado a varios de ellos. Como otra medida de seguridad, Vespasiano nombró a Tito Flavio Sabino Vespasiano, su hijo, como el prefecto del pretoriano. La turba romana luchó en varias ocasiones contra los pretorianos, como fue el caso durante el reinado de Maximino el Tracio.