martes, 10 de marzo de 2015

positivo_y_negativo
Para gustos, los colores®
Por Emilio Santamaría S.
7 de Marzo de 2015 

         Tengo frente a mí un ejemplar del libro “Para gustos, los colores”. Asegura que contiene relatos para una adolescencia más feliz. Y realmente cumple con esta expectativa. En los más diversos escenarios, los lectores podemos conocer un mundo juvenil y sus retos. En cada uno de sus diez narraciones genera tanta curiosidad, que literalmente no puede uno menos que finalizarlo para conocer el desenlace. Produce también risas y en muchos casos incomodidad, porque el lector literalmente vive las dificultades de los protagonistas, se identifica bien con él o ella o con sus familiares o amigos. 

         Tuve el privilegio de escribir el prólogo. Confieso que me fue muy fácil hacerlo, porque conozco muy bien a sus dos autoras y porque me sentí fascinado tanto por los relatos como por las increíbles enseñanzas implícitas en los diálogos y en las conclusiones. 
         Por ejemplo, René cuyos padres se han separado y después de haberlo sufrido intensamente y de hasta engañosamente sentirse responsable de ello, llega a una conclusión: “Si volviera a pasar por esto, no guardaría resentimiento por tanto tiempo”. ¿Otro ejemplo? Carlos el hermano mayor que no soporta a Gabrielito, varios años menor que él. Después de pasar por algunas vicisitudes, concluye: “Valió la pena tratar de portarme mejor con mi hermano, ser más tolerante y controlar mi lenguaje irónico e hiriente.” Es por supuesto una obra de ficción, y utiliza nombres tales como la universidad de San Gabriel, y el restaurante “Embrujo al Paladar”. Pero las conclusiones son dramáticamente reales.
         Las autoras conocen bien el tema. Mercy Santamaría Irías es Psicóloga, y como Trainer Certificada por Carnegie University, ha dictado entrenamientos tanto para adultos como para juveniles y ha desarrollado una interacción con los adolecentes muy especial. Además es madre de 3 adolecentes. Y Mercy Nuñez Santamaría, estudiante del último año antes de entrar a la universidad, con un entusiasmo formidable, aportó su punto de vista juvenil al libro. Entre ambas hicieron un trabajo magnífico.


         Yo en lo personal me siento muy orgulloso de ello. Las autoras son mi hija y mi nieta.

LO NEGATIVO:
Pensar que la adolescencia debe necesariamente de ser una época ríspida e infeliz.

LO POSITIVO:
Conocer los diez relatos escritos para una adolescencia más feliz

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