miércoles, 7 de diciembre de 2011

GUIA PARA EL DEMAGOGO

César A. García E. (Guatemalteco)
Demagogo: Me mueve el deseo de verle reflexionar y tomar –muy en serio– el voto que un pueblo cándido está por otorgarle. Para la minoría –con capacidad de discernimiento– usted no es más que un bufón… eso usted lo sabe de sobra y apuesta al voto mayoritario que elige un presidente con el mismo criterio que compra un jabón. Es decir, no importa si el jabón es bueno, lo importante es que la publicidad dice que lo es; de igual manera, no importa si usted es un fraude, lo que importa es que repita una y mil veces publicitariamente absurdas promesas a granel. He aquí la guía:

Hambre no es igual a desnutrición. Deje de repetir que combatirá el hambre, porque nuestros niños desnutridos crónicos, cuyo cerebro está dañado irremediablemente y que suman ¡un millón!, no necesariamente padecen de hambre; comen… pero no se alimentan. Proponga –si acaso quiere hacer las cosas en serio– educación y soporte nutricional a la madre en gestación, salubridad pública y alimentación en los primeros años de los infantes pobres.

No puede disponer de los recursos de los guatemaltecos. Su ejercicio –como presidente o alcalde– se ciñe a un presupuesto que debe manejar con probidad y transparencia; no puede ofrecer aumentos salariales y, menos aún, bonos extraordinarios que solo causarán desempleo y desconfianza por parte de los emprendedores locales y foráneos.

Atrévase a hacer promesas audaces y fáciles de cumplir cuando existe voluntad y decencia: ofrézcanos –en respeto al digno magisterio– destituir a Joviel Acevedo, quien mama de la teta del Estado sin trabajar; hombrecillo pernicioso que ha limitado el ciclo lectivo a unos cuantos meses; si por el contrario le vemos abrazándole, como lo ha hecho Colom y usándole como operador de caos… sabremos que usted es de la misma calaña que el falso líder.
Preséntenos a su equipo: queremos ver, más que “güiri, güiri”, quiénes gobernarán con usted, convénzanos que hay gente decente y competente que le evitara sentirse rey.

Transparente a sus financistas: nadie con sesos puede creer que cientos de millones surjan de los sueldos de diputados que –antes de llegar al Congreso– no pensaban en ganar la cuarta parte de los emolumentos que reciben.
Muéstrenos sus declaraciones de impuestos: enséñenos que es un guatemalteco acaudalado que ha tributado –desde hace años– y así no pensaremos mal, cuando lo veamos pasar de “zope a gavilán” en los primeros meses de gobierno. Ofrezca –bajo juramento– no incrementar impuestos y transparentar el gasto, no devolverle favores a sus financistas, a los que debe presentarnos. Dado que nuestra Constitución no contempla la revocatoria de su mandato, deje una carta de renuncia firmada sin fecha, a ser efectiva –por no cumplir sus promesas– con la petición de quinientos mil guatemaltecos empadronados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su respuesta muy pronto