¿QUIEN ES UN HEROE?
La selección, para lo que sigue, es lo de menos. Lo que importa es lo que hace a un héroe y cómo puede encontrase una definición de heroísmo. Veamos cuatro criterios que una persona debe cumplir para ser un héroe… no necesariamente famoso, pero héroe al fin y al cabo. La lista parece sencilla, pero créame que son requisitos en extremo arduos.
El primero es el de la independencia de pensamiento, es decir, el evitar pensar como el resto. Se logra de la manera más difícil, pensando cada cosa por uno mismo sin contagio ajeno. Y, por supuesto, eso implica algo excepcional, ir en contra de los pensamientos generalizados y de las opiniones masivas. Cuanto más popular sea una creencia, la que sea, más escéptico se debe ser.
No es precisamente una receta para ser popular, aunque a la larga se logre quizá ser visto como alguien valioso. Es el caso de quienes atacan a las vacas sagradas y defienden a los villanos tradicionales… siempre que crean que la razón les asiste. Ir en contra de la opinión mayoritaria es uno de los más grandes retos que pueden tenerse. Los no héroes le arrojarán todos los insultos de los que son capaces.
El segundo de los rasgos es actuar de manera consistente de acuerdo con las opiniones propias. Actuar de manera congruente y resoluta, sin titubeos.
El tercero de los rasgos tiene que ver con los medios de comunicación. Se trata de ser escéptico ante ellos, incluso rechazarlos o ignorarlos si se cree que eso es lo mejor y resulta congruente con las ideas propias. No significa poner de lado a los medios, sino examinar lo que ellos dicen, reconociendo que lo que en ellos aparece no es necesariamente la verdad, por persuasivos que sean. Es la diferencia entre estar informado y conocer.
El cuarto de los requisitos es el del valor, el rasgo que más fácilmente se ve en los héroes. Es el aceptar las consecuencias, las que sean, de la independencia individual. Quizá sea la materia que hace al final héroes: ser personalmente auténticos y aceptar las consecuencias de esa independencia. El héroe es una persona que no compromete sus ideas, como uno que yo conozco.
Prefiero a la sociedad en la que sufro las enteras consecuencias de mis acciones a aquella en la que alguien ofrece protegerme desde que nazco hasta que muero. Prefiero a las sociedades inquietas y desordenadas a las que son controladas por una autoridad que cree tener la verdad. Prefiero los riesgos de la libertad que la seguridad del orden y el control central.
Las sociedades libres nos darán más héroes, muchos más. Y esos héroes serán como el empresario que abre un restaurante en el que nadie creía, o el ingeniero que inventa algo que le decían que era imposible, o el barrendero que cree que sí debe hacer bien su trabajo, o la persona que no acepta ser corrompida, o la que habla sin miedo de su religión; pero no es hèroe aquel que està seguro de dar un golpe y por su creencia de poder hacerlo lo hace.
Casi todo tel tipo de sociedades son héroes, quizá en pequeña escala, pero lo son. No serán famosos, ni célebres, pero eso es lo que hace al héroe también, el desprecio de la fama. Sólo en libertad podremos tener héroes, muchos de ellos.
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