martes, 28 de enero de 2014

Hola: Este es una publicacion de don Felix Cesario en Diario TIEMPO, dias antes de las elecciones generales del 24 de noviembre del 2013, leamos:

 Los candidatos y la candidata a la presidencia. ¿Tienen talento, talante o semblante?

​Félix Cesario
A menos de 16 días para que se realice el proceso electoral para elegir a nuestros nuevos representantes, tengo el derecho a opinar sobre la y los contendientes en tal justa electoral.



 Si han opinado otras “maletas” igual o peor que yo, porque no entonces no dar mi opinión en torno de tan folckloricos candidatos. 

Aclaro que lo haré con los que racionalmente tiene una y unos con mas opción de triunfo en este proceso; los demás, solo están haciendo bulto o por la deuda pública. Se sale del entorno político el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), mérito de este partido es haber participado desde 1972 a la par de los dos partidos tradicionales. Los demás es vanidad de vanidades.


Debería comenzar por la dama, porque es de buen entendedor y de buena educación que “primero las damas” como escribí en un artículo anterior, y para que sea cumplida la sentencia popular, “la última será la primera”. Debo aclarar que no soy fanático ni de la candidata, ni mucho menos de sus contendores partidarios. Esto me da la libertad de ser objetivo con mis apreciaciones en un ligero análisis de su lenguaje corporal y en sus propuestas y el tono del lenguaje de dirigentes, no de líderes, ya que el dirigente solo ve lo presente y los líderes ven el presente y sus generaciones venideras.


Juan Orlando Hernández, se dice es abogado, ex militante del temido Frente Unido Universitario Democrático (FUUD) en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH. Cuando las elecciones estudiantiles se ganaban con el poder militar, el organismo oficial de la temida y maldecida Dirección Nacional de investigaciones DNI. Por momentos, este candidato aparenta tener talento pero lo usa al servicio fascista, repetidor de la fatídica frase de Hitler “voy a hacer, lo que tenga que hacer la guerra para mantener la paz” esta frase la repitió su admirado George Bush padre en Vietnam “voy a hacer lo que tenga que hacer para ganar la guerra”. Este lenguaje belicista ya derrotó al señor Hernández Alvarado, ¿no me creen? Solo es de darle el tiempo al tiempo. El abogado Mauricio Villeda tiene talento pero carece de talante y de semblante para ser gobernante de Honduras. Lenguaje impositivo, aspecto facial pediátrico, con el agravante que arrastra el lastre sangriento del déspota, abstemio de aquel que dijimos, enterrado en  El Progreso por su propia historia, un simple borracho de poder. 

A esto agregamos que su lenguaje facial y corporal es impositivo; el solo desde ya se está derrotando… está auto derrotado y él lo sabe mejor que nadie. Además el presidenciable Villeda Bermúdez es nada más y nada menos que la máscara de los grupos más reaccionarios y retardatarios del bipartidismo hondureño y por ende, del Opus Dei.


En cuanto al Ingeniero Salvador Nasralla: no hay mucho que decir, es una contradicción de las contradicciones, dice que no es político; entonces ignora que todo, ¡todo! Acto social es político y eso lo dijo, para conocimiento del ingeniero, hace 3000 años Aristóteles ¡y el no lo sabe! Este candidato o es cándido o es cínico; conductualmente es emotivo. Se perfila entre lo cómico y lo normal o formal. Promete, jura y perjura que erradicará la corrupción, pandemia de la humanidad, que desde Jesucristo nadie ha podido vencerla. Pero el dice que lo hará pero no dice como lo ejecutará. En resumen tiene talante y semblante, pero no tiene talento y la seriedad de un político mesurado para que remotamente sea presidente. Aunque él diga que gana las encuestas. En la verdadera encuesta del 24 de noviembre sus sueños quedarán reducidos a eso: sueños nada más.


Doña Xiomara Castro (sin Zelaya) o mejor dicho popularmente como mujeres y hombres, mas mujeres que hombres, ¡Xiomara! Sin desestimar a los y las jóvenes, los niños y niñas que son mayoría que la ubican en la madre. Doña Xiomara no ostenta títulos universitarios, pero tiene color proletario, no posee maje- ister de lo que tanto la cuestionan las y los conservadores y reaccionarios. Xiomara es ella misma no mampara de otros, maneja una propuesta coherente, un discurso conciliador, unitario. Hay momentos en que aventaja al señor ex presidente Manuel Zelaya. Debe de saberlo Xiomara que cuando simpatizantes o no simpatizantes comienzan en público como en privado a imitar sus discursos, es porque ya caló en el corazón del pueblo; y como afirmaba Antonio Machado, “cuando el pueblo las canta, son parte de la eternidad”.


Nunca he saludado a Doña Xiomara; si estoy consciente que votaré por ella, porque ha llegado a mi corazón – no se ponga celoso señor Zelaya- como lo ha hecho millones de corazones y además, el siglo XXI es el siglo de las mujeres. Vean la historia hombres y mujeres de poca fe. Sin temor a equivocarme diré, afirmo hoy que por primera vez en la historia tendrá Honduras una mujer presidenta. Y no es menos cierto que históricamente tendrá un magnifico y excelente Primer Damo de la nación hondureña. ¡Señor Zelaya Rosales, prepare su delantal y a trabajar se ha dicho, carajo!

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