Por: Anselmo Rubio Reyes
Desde que Cesar Castellanos dio el ejemplo, los políticos usan su escuela para visibilizar sus candidaturas con obras proselitistas. El ex alcalde de Tegucigalpa conocido, cariñosamente como el gordito trabajador, se dio a querer. Realizo una extensa labor y Pavimentó las principales avenidas de los barrios más humildes, logrando que buses y taxis llegaran a lugares de extrema pobreza.
Castellanos hacia su trabajo para el cual fue electo sin dudas, pero su capacidad de liderar sumado a su carisma, le convirtieron en el potencial presidente de Honduras. Encuestas de la época y el clamor de los electores, daban por hecho que Castellanos seria el próximo mandatario en las elecciones generales del 2001 que gano, el también nacionalista, Ricardo Maduro.
Otros políticos siguieron sus pasos. La mayoría intrascendentes, pero Juan Orlando Hernández es un alumno sobrepasado. Desde la presidencia del Congreso Nacional logro la creación, aprobación, y derogación de leyes favorables para un virtual mandato en sustitución de Porfirio Lobo, que terminó su gobierno en Enero del 2014, tras la sombra del verdadero poder.
Pactó con la empresa privada. Y con las cementeras, canjeo impuestos a futuro por mil millones de lempiras en cemento para obras con fines proselitistas en los municipios más importantes para su propósito. En Siguatepeque pavimento, sin licitación, la avenida 21 de Agosto por encima del alcalde en funciones, Eduardo Oseguera quien perdió la reelección en las internas contra Juan Carlos Morales Pacheco.
Oseguera tuvo que soportar la marginación forzada para favorecer al candidato de Hernández en las elecciones generales. Su gobierno fue sustituido por un patronato en cuya figura se amparó Hernández para ejecutar la obra, y como efecto domino salió electo Morales Pacheco como alcalde. Algunos regidores y Edgardo Martínez, Gerardo Martínez y José María Martínez para el poder legislativo.
Claro que mil millones fueron insuficientes para financiar tan costosa campaña. El saqueo al Seguro Social es un ejemplo, dijo el presidente de la Comisión Ciudadana de Transparencia, Francisco Meza quien asume, que la 21 de agosto fue pavimentada con la sangre de casi tres mil muertes. Y contando. El IHSS aún no se recupera y cientos de hondureños continúan muriendo.
A Morales Pacheco le quedo la tarea de terminar la 21 de agosto. A casi 3 años aún no la cumple, lo cual nos conduce a pensar que tampoco hubiese ejecutado el proyecto. Mientras el pueblo espera resultados, Morales se entretiene con su reelección para terminar la 21 y en los programas de su jefe cocinados en casa presidencial, y alejados de la realidad que vive el municipio.
El gordito Castellanos gobernó Tegucigalpa tan solo 10 meses. Cuando el huracán Mith le arranco la vida, un primero de noviembre de 1998, estaba en la ruta para suceder al entonces presidente liberal Carlos Flores Facusse, pero el destino tenía otros planes.
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