lunes, 9 de agosto de 2010

LAS FUENTES DE COMAYAGUELA

Este mi pueblo se hunde (se chunde dicen otros), pero se hunde en la inmundicia de los desechos humanos, tragantes llenos de basura, alcantarillas a reventar de puros frijoles; nuestro amigo y vecino Salvador Turcios escribe sobre su pueblo:

Oh, si! -- Ella es una bizarra amazona indígena, con su larga y negra cabellera extendida al áureo sol como un manto triunfal; de carnes fuertes y morenas olorosas a nuestra amada serranía; que reposa muellemente en el ribazo maternal del altivo Cucuterique arrullada eternamente por los ritmos orquestales de nuestro majestuoso Río Grande, y que siempre ha amado con amor inmenso, infinito, el trabajo regenerador, la justicia inmanente y la Santa Libertad.


Salvador Turcios R., 1927.

pero èl se refiere a la Comayaguela de su època, cuando no habia tanta gente como ahora, los vecinos eran mas aseados y los alcaldes eran mas sensibles con los problemas de la ciudadela.

Vean ustedes como lucia la comayaguel de antaño:

Todos sus parques lucian sus mejores galas con el ornato de sus parques y jardines, principalmente del parque de La Libertad, que hoy es un nido de ladrones y maricones y el mercado San Isidro? ni hablar, vean esta fachada:
ni la seña de hoy; el pelòn Acosta siendo Alcalde, despues que èste se quemò, mandò a levantar unos techos de aluminio gigantescos tal y como luce hoy, pero sus alrededores con aquellas calles forradas de la piedra de cantera elaborada por los presos, hoy lucen podridas de basura.

Y las fuentes de Comayaguela? a saber si habràn existido, que yo me acuerde creo que nunca vi alguna; pero un extravagante amigo de esta ciudad, amante de riquezas culturales de nuestro paìs, realizò una pesquisa en una fuente artificial que se levantò de forma sorprendente en la cuarta avenida de Comayaguela, cerquita de la escuela Inmaculada Concepcion; pues dicha fuente hervìa de hedor, pues de sus aguas mustias salian todo tipo de cascaras de alimentos; pero no crean que provenia de alguna hortaliza o de algun maizal, sino de cosillas que ingieren los seres humanos, incluyendo las aguas de los laureles. Que barbaridad lo que le sucede a mi pueblo y tan precioso que era en sus epocas doradas. Alla cerca de la empresa El Rey se està levantando otra pero con menos presiòn, aùn no han salido las cochinillas. Ese amigo del que les hablo solo dijo que la faltaba la luz armoniosa de colores para que brillaran de noche, y que mas brillo quiere si en las horas nocturnas refleja cuales centellas de sus aguas transparentes.

Que alcaldes mas desalmados y que directores del SANAA no le pueden prohibir a la gente que coman oro, para que desechen oro porque es imposible, lo que deben hacer es una reingenieria sobre la urbanidad de mi ciudad, sino se la veràn con Don Anibal quien es astuto con su càmara.

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