Yo creo que son iguales, con la diferencia que las ciudades del Japòn fueron consumidas por un maremoto seguido de un tsunami y las de Honduras vive en un movimiento constante todos los dias, pues aqui no hace falta que se caigan los edificios, ni casas destruidas; pues en las otroras verdes montañas que las rodeaban hay caserios y covachas por doquier que parecen un nacimiento navideño; ademas los promontorios de basura emulan a la destruccion actual en Japòn.
El Emperador del Japòn esta preocupado por tanta destruccion y por su economia. El emperador de Honduras se preocupa mas por las ciudades modelo y por el reordenamiento de las ciudades, que se parece a las piezas del dominò sobre la mesa, una casa sobre otra.
En Japon los vehiculos estuvieron nadando y Honduras es inundada por las chatarreras; En Japòn hay miles de muertos y desaparecidos, pero en Honduras los muertos son todos los dias y desaparecidos existen desde 1980.
En Japòn los aviones desaparecieron de las pistas de aterrizaje; en cambio, en Honduras caen avionetas a cada instante. En japòn la gente corre de un lado a otro escapàndo de las correntadas de agua; en Honduras la gente corre escapando de la policia y de los gases lacrimogenos.
La producciòn Industrial en Japòn reasegura su vida plena y su economia, dentro de su territorio. En Honduras la pequeña palestina, envia sus dineros de la produccion de sus empresas a paises extranjeros para reasegurarse una vida plena.
En Japòn tuvo que suceder un tsunami para hacer una limpieza general, pero en Honduras no necesitamos tsunamis, suficiente con una tormentilla para que haga una limpieza de las ciudades.
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