RASGOS
Tuve una vida muy complicada en mi infancia a
partir de los 10 años; malos tratos e indiferencias; tampoco estoy traumado
porque eso yo lo supere yéndome de mi casa casi a los 18 o 19 años y perdonando
al mismo tiempo a las personas que me causaron esa tribulación que era angustiosa y gracias al propósito de Dios, me encontré
con personas de buen corazón que extendieron su brazo cálido y amigable.
Allá por los años 80´s, me topé con la peor
desgracia de mi vida, la que en casi 34 años tuve crueles episodios de un vicio
que conocí a mis 27 años de edad: “El alcoholismo”. Este mal hizo presa de mí en
todos los aspectos: volviéndome irresponsable, a veces hasta malcriado, como
que todo me valía un bledo. Pero en la práctica y a la escucha de muchas experiencias
de algunos alcohólicos arrepentidos consagrados en grupos del programa de AA,
me di cuenta que las historias eran y son muy distintas en cada individuo, pero
el padecimiento es el mismo; iguales síntomas
pero experiencias distintas.
Algo de admirar y quedo perplejo, es que alcohol
jamás pudo doblegar mi carácter; si hizo sufrir a mi familia. He frenado de a poco, dado que cada vez me sentía
peor de salud, sumado a los achaques de la vejera; por eso pienso que algunas
personas no me dan la razón ante cualquier circunstancia y quizá crean que no
tengo habilidad para pensar; al contrario, en mi sobriedad y en la madurez
alcanzada, después de conocer a muchas personalidades escuchando consejos y
experiencias vividas fuera del alcohol, me conformo en analizar las
situaciones; prevenir los problemas y evitar a quienes confunden las mentes de
los hombres. No es ayuda para uno, aquellas personas que quizá han dejado la
bebida por una u otra razón y se vuelven
los redentores, donde su vida personal quizá
no es muy halagadora y por eso no le da derecho ni siquiera a dar un consejo.
Tengo amigos que si valen la pena; me dan
animo de vivir una vida plena, como la
que vivo en la actualidad; fuera de vicios, dedicado a mi trabajo y a continuar
cuidando a mi familia, y de paso a servir a quien me necesita.
También tengo una grata familia, pequeña pero
unida; la mejor bendición que Dios me ha dado, donde nos apoyamos mutuamente a
pesar de mis torpezas.
No ha sido el programa de AA el que me ha
inducido a dejar el alcohol, aunque si me dieron la pauta para evitarlo; es el
acercamiento espiritual con Dios y su Palabra; y el intercambio de
conocimientos con conocedores espirituales lo que me ha ayudado en gran manera
y que me ha hecho crecer espiritualmente, a pesar que conocí de Dios hace
muchos años.
Ante este acápite de mi vida; aun así; hay momentos
que me siento débil pero no de fortaleza física; sino como que desmayo y me dan
ganas como de gritar de impotencia, cuando
no puedo opinar acerca de algunas cosas que suceden por ejemplo en mis asuntos domésticos;
el ver las injusticias en mi país y como este se desangra y cae en las profundidades de la impunidad.
Por eso siento deseos de gritar, de salir
corriendo; pero me contengo porque sé que esto podría ser de locos e irrazonable
y además con mis problemas cardiacos podría obtener un desenlace que no deseo.
A veces veo el peligro dentro de mí mismo
hogar, trato de evitarlo aunque las reacciones de mi esposa no se dejan
esperar, más cuando se le tocan sus “plantitas”; tal pareciese que es más
importante sus arbustos que su vida misma o la de las demás personas o del
bienestar común de los vecinos; entiendo su amor por la naturaleza, pero también
esta como tal tiene un ordenamiento; pero esto no es lo importante de estos rasgos.
Lo importante es mantenernos sanos física y espiritualmente; alejarnos del
peligro y evitarlo; mantener la cordialidad con nuestros vecinos y la unidad familiar. Pedirle a Dios
todos los días de nuestra vida sea que estemos sanos o enfermos; con o sin
dinero; rogarle por nuestros amigos, nuestras familias y por este país.
No sé qué me dio en este momento por escribir
estas breves líneas de mi vida; pero lo mejor del texto es la esencia de la
sinceridad con la que lo hago, algo que nació de mi corazón, gracias a Dios por
ello.
GRACIANO ARCOS
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