Por: Jorge Burgos
Como periodista con alguna experiencia cubriendo algunos procesos electorales en mi país, cada cuatro años me asombré del manejo de cada elección en Honduras, pero esta vez no sólo me he asombrado sino que me he quedado, (y perdónenme la expresión pueblerina) “con la jeta abierta”, con lo que el flamante Tribunal “Supremo” Electoral ha aprobado para la contienda política del próximo 26 de noviembre.
Con la desfachatez que lo caracteriza, David Matamoros Batson, presidente del “tribunalito” ese que maneja las elecciones en este paisaje llamado Honduras, ha dicho que los insultos que le escriba el pueblo hondureño a un candidato en su voto, será tomado como válido, siempre y cuando éste no se salga de la casilla donde se escriba el insulto sea éste una palabra o frase soez o cualquier descalificación.
La Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas establece en su artículo 174 que los votos serán considerados nulos cuando estos hayan sido marcados con leyendas o símbolos obscenos. Sin embargo los magistrados del TSE decidieron reformar esta determinación, seguramente para darle ventaja a la ilegal candidatura del presidente, Juan Hernández, ya que en las elecciones internas de marzo pasado, el Partido Nacional obtuvo casi 300 mil votos nulos y blancos. La mayoría por no decir, todos los votos nulos, tenían la famosa frase “Fuera JOH” que ha catapultado el rechazo hacia el mandatario.
Atinadamente el analista político, Raúl Alvarado decía que los votos nulos son la expresión de repudio que los mismos nacionalistas tienen hacia Hernández y es casi seguro que esto se repita en las elecciones generales del 26 de noviembre y probablemente, yo le añado que, ahora los insultas vendrán también de los indecisos y todos aquellos hondureños que están asqueados de la corrupción y de los vínculos con el crimen organizado por parte de las figuras más visibles gobierno y de otros partidos.
LA ESTÚPIDEZ DE MATAMOROS BATSON
¡Válgame Dios¡ habrase visto semejante estupidez. Pareciera que la masa encefálica de Matamoros Batson no es capaz de discernir que el ciudadano que escribe en su voto insultos u obscenidades, es porque repudia al fulano o a la fulana a quien le escribe eso en su rostro. O es que su materia gris ya no funciona o simplemente su servilismo es tal que es capaz de hacer el ridículo no sólo en Honduras sino ante el mundo, al aprobar una cosa que como decía mi difunto padre: “No tiene ni pies ni cabeza”.
Estos y los pasados señores que han presidido el Tribunal Nacional Electoral y ahora el Tribunal Supremo Electoral, que sólo cambiaron de nombre porque sus actuaciones han sido serviles y de franco irrespeto a la voluntad del soberano que cada cuatro (4) años acude a depositar su voto con la esperanza de ver un cambio, pero que cada vez sus escogencias y sus sueños son burlados por los señores del máximo ente electora y de los partidos políticos que ostentan y han ostentado el poder y que al final de la jornada han colocado a los diputados y alcaldes afines a sus intereses y no a los intereses de la colectividad que ha ido a votar por ellos y ellas.
Que el cloro “Magia Blanca”, que el fraude, que la tinta que no es indeleble, que las actas han sido adulteradas. Ha habido tantas picardías en nuestros procesos eleccionarios, pero este último raya en el servilismo y en la estupidez si se quiere, porque tomar como válidos los votos donde el pueblo se saca la frustración que lleva dentro contra un mal Presidente o contra un mal o mala diputada, alcalde o alcaldesa, es ya el colmo de la desfachatez, el descaro y la insolencia.
Otro aspecto que me llama la atención es que los propios partidos políticos que están participando en la contienda no dicen absolutamente nada con este acto deleznable y de baja calaña.
Por otro lado, los organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, al igual que otros cuerpos diplomáticos y de cooperación se han llamado al silencio ante esta aberración electoral que pone a Honduras como un país que viste taparrabo electoral. Seguramente estos visitantes harán sus observaciones hasta el final del proceso, cuando nos darán nuevas recomendaciones que seguramente los magistrados del TSE y los partidos políticos las ignorarán como ocurrió con las recomendaciones de las elecciones del 2013.
Emulando a los pocos candidatos que se han pronunciado, sólo me queda hacer un llamado al pueblo para que no descargue su ira contra los malos candidatos colocándoles insultos en sus rostros porque al final el TSE lo registrará como votos a favor.
Más bien, deben ejercer el sufragio con responsabilidad y buscar a los mejores candidatos y candidatas o las menos peores y marcar por ellos, ignorando a los ladrones embusteros y demagogos que los engañaron con promesas que no cumplieron y que jamás los representaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su respuesta muy pronto