Zelaya celebra Navidad con modesta cena en embajada de Brasil en Honduras
TEGUCIGALPA — El presidente depuesto hondureño Manuel Zelaya recibió la Navidad con una modesta cena junto a su familia en su refugio de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, sitiada por militares, lejos de sus amigos y de las comodidades propias de un jefe de Estado.
Los hondureños celebraron la Navidad divididos por el golpe de Estado del 28 de junio, con tres presidentes en escena (uno de facto, otro derrocado y otro electo), con la esperanza de que en 2010 el país se enrumbe por la senda institucional luego de que asuma el nuevo gobierno derechista el 27 de enero.
Una de las hijas del mandatario depuesto, Hortensia Zelaya, a quien todos llaman 'La Pichu', contó a la AFP que la cena de Nochebuena consistió en "muchos nacatamales que nos han enviado" a la embajada brasileña, refugio de Zelaya y su familia desde hace más de tres meses.
Los 'nacatamales' o 'tamales' consisten en una masa de maíz, con arroz y trozos de carne, envueltos en hojas de plátano, y se comen en Centroamérica y México. Los Zelaya también comieron "pastelitos" y, como en toda fiesta familiar, el mandatario tocó la guitarra. Zelaya declaró en un comunicado que quiere "imprimirle al pueblo fuerza, confianza, fe, amor por este país, amor con métodos pacíficos y democráticos, amor cristiano en esta Navidad para que Honduras esté de pie".
Los seguidores de Zelaya buscaron darle un sello político y simbólico a esta celebración del mundo cristiano, que encontró a su líder virtualmente prisionero dentro de la embajada, y realizaron una vigilia en la víspera de la Navidad en torno a la legación brasileña.
Unos 200 'zelayistas' encendieron velas y enviaron decenas de tarjetas con motivos navideños a su líder, a quien el gobierno de facto le niega el permiso para salir del país, salvo que pida asilo, lo que él rechaza pues implicaría su renuncia a la Presidencia.
"Vinimos a saludar al presidente legítimo de los hondureños. A decirle que el pueblo está en pie de lucha", contó Nora Miselem, activista del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado. "Vinimos a ser solidarios con la familia Zelaya. Esta es una fiesta y hay que darle apoyo al Presidente", explicó Rafael Martínez. "Vengo porque realmente el único ícono que tenemos en Honduras es 'Mel' Zelaya. A decirle que estamos con él", explicó Carlos Barahona, con una vela en su mano.
Los seguidores de 'Mel' entonaron canciones y lanzaron vivas en apoyo a Zelaya, cuyo mandato constitucional culmina el 27 de enero, día en que debe asumir el presidente electo, el derechista Porfirio Lobo, quien apoyó el golpe. "Mel, amigo, el pueblo está contigo", corearon los activistas. "Nos tienen miedo porque no tenemos miedo", les gritaron a los militares que custodiaban la legación.
En el bando contrario, el presidente de facto Roberto Micheletti pasó la Navidad en su residencia con su familia y amigos, y lo mismo hizo Lobo.
Micheletti, correligionario de Zelaya en el Partido Liberal, asumió el gobierno el día del golpe, pero ningún país ha reconocido a su régimen.
Lobo, del Partido Nacional, ganó las elecciones del 29 de noviembre, desconocidas por el grueso de la comunidad internacional, pero reconocidas por Estados Unidos, Costa Rica, Panamá y Perú.
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