Derecha de Honduras rechaza a Chávez pero codicia el petróleo de Venezuela
Caracas, Venezuela. ¿Y cuándo fue la donación de los 100 millones de dólares? Henrique Capriles Radonski le dio vuelta a sus papeles. En 2010, dijo. ¿Cómo? ¿Le dio los dólares a (Roberto) Micheletti?, se oyó en el auditorio. Bueno, luego preciso y te paso todo.
Una de las líneas de ataque del candidato opositor durante la reciente
campaña fue repetir, en cuando acto público participaba, una lista de
donaciones que el gobierno de Hugo Chávez ha hecho por todo el mundo.
El intercambio inicial ocurrió el primero de octubre, en una rueda de
prensa que Capriles –quien a sólo cuatro días de su derrota en la
presidencial se inscribió nuevamente como candidato, ahora para buscar
la relección en la gubernatura del estado Miranda– ofreció a enviados
extranjeros para decir que él no regalaría el dinero de los venezolanos y
acusar a Chávez de monoexportador: Lo único que exporta es su proyecto
político.
El abogado mirandino no ofreció su fuente, aunque es fácil deducir que
es el propio gobierno de Chávez, que suele difundir no sólo las
donaciones, sino también los contratos que, en el marco de iniciativas
como la Alba y Petrocaribe, firma con otros países.
El Heraldo, diario hondureño que estuvo abiertamente con el
golpe de Estado, tuvo dos enviados a la elección venezolana, y publicó
la denunciadel candidato opositor dando por hecho que se trataba de
otros millones de dólares distintos de los entregados por Venezuela a
Honduras en el marco de acuerdos de cooperación; aunque Capriles nunca
dijo eso, tampoco habló de que los recursos hayan sido entregados a la
casa presidencial y ni siquiera tenía claro el año de la supuesta
donación (de ser en 2010, como dijo, la lana la habría recibido el actual presidente Porfirio Lobo).
Claro, el asunto ya dio para un gran escándalo en Honduras y el ex
presidente derrocado, Manuel Zelaya Rosales, ha sido llamado a declarar
ante autoridades judiciales.
Capriles denuncia, sin pruebas y con datos revueltos, la prensa
golpista hondureña retoma el asunto y el círculo se cierra cuando la
prensa opositora venezolana publica fotos de Chávez y Zelaya con cabezas
como: La plata de don Regalón.
Doblemente arrecho
Los golpistas hondureños sacaron en pijama al presidente Zelaya en aras
de la dignidad nacional, pero nunca movieron un dedo para regresar a
Venezuela los millones de dólares recibidos. Ni siquiera lo hicieron
cuando, en diciembre de 2009, el congreso hondureño determinó la salida
de ese país de la Alba.
Desde Tegucigalpa, Zelaya rechazó la acusación del entonces candidato
presidencial y dijo que todas las operaciones llevadas a cabo en el
marco de Petrocaribe y la Alba constituyeron créditos documentados por
el Banco Central de Honduras, y que quedaron en su totalidad en las
arcas nacionales al momento del golpe de Estado militar de 2009, por
cierto, apoyado por el señor Capriles Radonski.
En agosto de 2009, en una entrevista con este diario, el ex ministro de
Gobernación de Zelaya, Víctor Meza, dijo que antes de que Honduras
recibiera los fondos venezolanos, el Congreso hondureño –que no
controlaba el presidente luego destituido, sino el golpista Roberto
Micheletti– había puesto un candado legal, obligando a crear
fideicomisos para hacer transparente el manejo de los recursos de
Petrocaribe.
Al momento del golpe de Estado, dijo también Meza, en el Banco Central
de Honduras había “137 millones de dólares ahorrados y esta semana
(principios de agosto de 2009) sacaron 44 millones para el Congreso
Nacional, lo que debe tener doblemente arrecho(encabronado) a Chávez”.
Dicho en otras palabras, el golpista Micheletti utilizaba el dinero de quien consideraba el demonio.
Tras la firma de la Alba, el gobierno hondureño recibió 50 millones de
dólares para el financiamiento de diversos proyectos: 30 millones para
relanzar un programa de producción agropecuaria; 10 millones para un
programa dirigido a pequeñas empresas y dos millones para atender la
emergencia de un huracán. En suma, dijo Meza, 292 millones de dólaresque
están en las arcas del banco central, porque la misma burocracia había
frenado la transferencia.
El jueves pasado, el portavoz de la fiscalía hondureña, Marvin Cruz,
dijo que Zelaya ha sido citado por el supuesto ingreso de 100 millones
de dólares que habría donado Venezuela a Honduras.
Petróleo sin socialismo
La afirmación de Capriles cayó como anillo al dedo a los liberales y
nacionalistas de Honduras, donde en estos días se desarrolla un proceso
electoral. Zelaya y sus seguidores participan con su nueva fuerza
política, el Partido Libre, que podría romper el histórico bipartidismo.
Resulta curioso que el mismo diario hondureño que recogió la denunciade
Capriles ha informado en varias ocasiones sobre el destino de los
dineros venezolanos.
El 5 de enero de este año, por ejemplo, publicó una nota en la que el
secretario de Finanzas, William Chong Wong, afirma, con la presidenta
del Banco Central de Honduras a su lado,que en pago de combustible a
Venezuela y en transferencias a entidades públicas se erogaron los 183.6
millones de dólares recibidos de la iniciativa de Petrocaribe.
El secretario de Finanzas también dice que Honduras aún tiene, para esa
fecha, 40.4 millones de dólares recibido en la bolsa de la Alba.
La nota da cuenta de a cuáles dependencia del gobierno fueron
entregados los fondos durante 2009 (tanto por el gobierno de Zelaya como
por el del golpista Micheletti) y dice que Porfirio Lobo recibió del
gobierno interino 59.4 millones de dólares que fueron usados para
financiar el proyecto hidroeléctrico Patuca III.
En abril de 2011, finaliza la nota, el fideicomiso se consideró liquidado.
Como si algo faltara, apenas el pasado martes los organismos cúpula de
los empresarios hondureños, activos participantes en el golpe de Estado,
pidieron que Honduras retorne a Petrocaribe.
Es también un sueño del presidente Porfirio Lobo, quien vía su
viceministro de Industria y Comercio, Juan José Cruz, dijo que las
negociaciones para el retorno al esquema se detuvieron por la enfermedad
del presidente Chávez, pero que podrían retomarse ahora que ha sido
relecto.
Entusiasta del golpe de Estado, el presidente de la Asociación Nacional
de Industriales de Honduras, Adolfo Facussé, es uno de los que quieren
el retorno de su país a Petrocaribe (un plazo de hasta 25 años para
pagar y a un interés bajísimo enamora hasta a los enemigos del
chavismo).
Facussé pide mirarse en el espejo de Nicaragua, que se ha convertido en un enorme exportador de carne a Venezuela.
Y, bueno, además, las elecciones reflejan una tendencia, Chávez goza de una popularidad innegable.
¿Ayuda a los hondureños llevar a la justicia al amigo de Chávez al mismo tiempo que piden su reingreso a Petrocaribe?
A saber, pero no hay duda de que el petróleo une lo que los golpes de Estado separan.
(Tomado de periódico La Jornada)
(Tomado de periódico La Jornada)
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