RECORDANDO LA FERIA JUNIANA

Por: Tito Ortiz

San Pedro Sula, Honduras 

El 29 de Junio, día de San Pedro. Se celebra la Feria Patronal de San Pedro, la segunda más grande del país después de la de La Ceiba durante todo el mes de junio. Toda la semana han habido actividades variadas por la celebración. Las calles están repletas de gente. Los carros no caben buscando estacionamiento en las manzanas alrededor de los lugares en donde se llevará a cabo El Carnaval. En cada cuadra hay una tarima para conjuntos musicales. 

La Cervecería tiene nueve cuadras seguidas de "stands" de metal armables en ambos lados de la Avenida Circunvalación para la ocasión, con hieleras gigantes llenas de cervezas y refrescos. Hay puestos de comida por todos lados, carne asada, chorizos, hot dogs, hamburguesas, baleadas, nieves, pop corn y cualquier cosa que pueda imaginar. Es casi imposible caminar en las calles por la cantidad de gente. Las aceras también están llenas de personas y no hay tráfico de carros, desde la primera calle, donde está la fuente luminosa hasta el monumento de la madre. Se ve toda clase de gente, de todos los niveles sociales y económicos revueltos, con caras de alegría.

Están pasando las carrozas bellamente adornadas patrocinadas por las empresas, anunciando lo que fabrican o venden, con demostradoras jovenes y lindas en bikinis. Enormes caballos y yeguas de pura sangre, con su fino y brillante pelaje, con sus andares armónicos y cadenciosos montados por sus orgullosos dueños, carros antiguos clásicos como que fueran nuevos, igual que las motocicletas Harley Davidson desfilando con el rugido de sus potentes motores. Los colegios participan en el desfile con sus bandas de guerra. Durante todo el año los corredores se han preparado para la gran Maratón del Diario La Prensa y se llevan a cabo encuentros deportivos.

El 29 de junio es la gran fiesta. Ese día no se trabaja. Hay exposiciones de Pintura, conciertos de música Clásica y concursos de Mascotas y Jardinería. El Campo Agas se llena para exhibir el Ganado de diferentes razas. Lo mismo Expocentro. Vienen los juegos Mecánicos y se hacen colas larguísimas de carros en la carretera, tratando de ingresar y buscar un lugar para estacionarse. Por la noche es la gran fiesta, el gentío emocionado bailando hasta más no poder hasta el amanecer acompañados al son de las mejores orquestas y marimbas sobre las tarimas. Y en los cielos se ven los fuegos artificiales reventando y con muchos colores tomando diferentes patrones resaltando sus luces en la oscuridad.

La fuerza Aérea abre sus puertas al público y hay acrobacias aéreas. Mi hijo Roberto Armando (Roberto por mí y Armando por el abuelo Escalón) fue a la base con su hijo de 20 años Robert, quien quería acercarse más para ver mejor y un soldado le dijo que era prohibido. Iba pasando un coronel y Roberto Armando se identificó ante él como el nieto del Coronel Armando Escalón Espinal y no solo los dejó pasar hasta donde quisieran, sino que respetuosamente se le cuadró y le dijo la admiración y respeto que sentía por sus dos abuelos militares, pilares de la Fuerza Aérea Hondureña.

Que suerte que no está lloviendo y no está haciendo calor.

Una vez en una cafetería frente al Edificio Versalles, que es donde tenemos la joyería ( se llama L'Atelier, "El Taller" en francés) estaba el comandante de la Base Aérea Armando Escalón Espinal con su uniforme gris de vuelo, con bolsas con ziperes por todos lados y sus distintivas insignias de tela bordadas, entre ellas una que decía "Base Aérea Armando Escalón Espinal". Yo no lo conocía y le dije que me encantaba ese uniforme, y él me dijo: ¡Pero hay que ganárselo!. Entonces le contesté: Yo sé, porque el Coronel Escalón era mi suegro. El cambió su actitud y me dijo que quería conocer a la hija del coronel, yo le respondí que con mucho gusto, que ella estaba trabajando en la joyería en ese momento y que me acompañara. Pués llegamos a la joyería y Gilda estaba haciendo un collar de perlas, ella es súper trabajadora, cree que trabaja en una maquila y que la están filmando. Le dije que la buscaba el comandante se la Fuerza Aérea para conocerla y ella sin inmutarse me contestó: No puedo, estoy ocupada. Yo de la vergüenza me encerré en el baño, cuando salí ya estaban platicando. El siguiente mes iba a cumplir aniversario la base y nos invitaron. Nos nombraron un edecán para que nos atendiera y nos sentaron en lugares de honor. A mi hijo le dieron una placa de bronce montada en madera con un agradecimiento al coronel Escalón y en la parte de arriba un casco nuevo de jet.

En la inauguración de los edificios de la base en 1974, mi esposa Gilda tuvo el honor de cortar la cinta inaugural de la base que lleva el nombre de su padre Coronel Armando Escalón Espinal, invitada por el comandante en ese tiempo, el Coronel Walter López Reyes .

Una vez que le pusieron el nombre de mi papá a una promoción de la Fuerza Aérea en la Base Hernán Acosta Mejía en Tegucigalpa, yo lo acompañé y también le dieron una placa en madera y bronce. 

Yo se la pedí prestada para traerla orgulloso a San Pedro y que mi familia la viera. Iba caminando para la joyería cuando me encontré un señor que lavaba carros al que yo le tenía un gran afecto. Traía yo la placa en la mano, y el con curiosidad me dijo que se la enseñara. Cuando leyó para el coronel Roberto Ortiz me quedó viendo con gran admiración y me dijo: yo no sabía que usted era coronel, y yo no tuve el valor de decirle la verdad.

Pasaron los meses, mi hijo estaba de cumpleaños y se me ocurrió buscarle un regalo original. Llamé a un amigo de la Fuerza Aérea y le dije que quería comprar un overall de piloto, el me dijo que tenía uno que no le quedaba y me lo regaló. Lo fui a recoger y se lo llevaba a Roberto colgado de un dedo en un gancho metido en una bolsa plástica transparente, sobre mi espalda, cuando me encuentro con el señor que lavaba carros (Ya murió el) y como era bien curioso, me preguntó: ¿De donde viene don Roberto? Y yo señalándole el traje con la boca estirada le dije: De volar.

Quedé con cargo de conciencia porque se me murió mi amigo sin saber la verdad.

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CARTA DEL DR. OMAR PAREDES ALEMÁN PARA TITO ORTIZ SOBRE EL CORONEL ESCALON

Interesante historia la que cuentas, TiTo, con relación al nacimiento e infancia del Crnl. Don Armando Escalon, insigne hondureño. pionero de la aviación moderna en nuestro país.

Pero hay algo que será de tu interés, algo corto pero significativo, con respecto al fatídico accidente aéreo, en donde perdiera la vida el coronel Escalon: Yo era novio de Mary, mi esposa de toda una vida, quien vivía de soltera en la colonia Jardines de Toncontin , y cuya casa, sobremiraba el área del actual Metro Mall y sectores circunvecinos.

Como al medio día del día del accidente, oímos bullas en la calle, y al preguntar, nos comentaron que había " caído " un avión enfrente de la Cerveceria Hondureña.

De inmediato vimos de nuestra atalaya, y en efecto se podía apreciar toda la commocion propia de una situación de esta naturaleza.

El primo hermano de mi novia. Capitán de Aviación Rolando Hogg Raudales, trabajaba con Aero Servicios y hacia ese vuelo TGU SPS TGU, casi a diario, como copiloto de un avión de 4 motores de fabricación creo que inglesa, al que llamaban la tortuga ( por lento ).

La tía de mi esposa, sra Delfina Raudales de Hogg, temiendo lo peor, me dijo que en ese vuelo venia su hijo, y que me fuera a hacer averiguaciones.

De inmediato me comunique telefónicamente con mi suegro Capitán de Aviación Flavio Ramirez Castro ( SAHSA ), tío del Capitán Hogg, comentándole lo del percance aéreo, y que acudiéramos a ayudar e inquirir por el Cpt Hogg.

Nos encontramos en donde hoy es CAMOSA, y de ahí, fuimos a pie al sitio del accidente.

El avión cayo en una pequeña hondonada, a pocos metros de alcanzar la pista aérea ( terminal 01 ), rumbo norte sur.

La destrucción del aparato fue casi total, por las características de este pequeño y estrecha hondonada, de tal manera de que no hubo ningún sobreviviente.

Colaboramos intensamente con el Capitán Ramírez, en la extracción de los cuerpos muchos de ellos mutilados, de la carcasa del destruido avión ( fuimos de los primeros en llegar al sitio ).

Prontamente comprobamos que el copiloto de la aeronave siniestrada era nuestro querido pariente Capitán Rolando Hogg R., informándonos asimismo, que el Capitán al mando era el Coronel Don Armando Escalon.

Poco tiempo después se hizo colocar una cruz con leyenda ( algunos parientes de los fallecidos ), misma que fue removida no hace mucho, al realizarse obras de construcción en dicha área,

Un sentimiento de pena y duelo invadió a mi futura familia política, con quienes ya tenia yo establecidos fuertes lazos de familiaridad y de hermandad en particular con Rolando y su hermano Arturo ( iguales apellidos ), que también llego a ser piloto de la aviación comercial de nuestro país ( SAHSA ).

Rolando, Arturo Y Flavio ya descansan en la Paz del Señor. El Capitán Ramírez ( compañero en la FAH del Coronel Escalon , también falleció en accidente aéreo de SAHSA, pocos años después, en la montaña de Comayagua, pico Las Lajas, piloteando como capitán un Douglas DC 3 ).

Como lo sabrás apreciar querido TiTo, el destino me tuvo colocado, ese fatídico día, a escasos metros del sitio del accidente, en donde perdieron la vida como 12 compatriotas, en particular, dos pilotos ligados a las familias nuestras, parientes con los que hemos guardado imperecedero cariño y afecto.

Tu y tu hijo, según percibo, tienen una liga y afecto muy especial por la FAH, institución aérea de merecido prestigio a nivel centroamericano, lo cual es de así esperar, por haber sido tu querido padre Coronel Don Roberto Ortiz Almendarez, un conspicuo miembro y Jefe de Departamento Técnico y de Mantenimiento de aviación de la FAH, durante la época en que se alcanzo el lustre y brillo que resalta actualmente en dicha institución aérea. Como olvidar a los Coroneles Carbajal, Chinchilla, Soto Cano, Serra, Aguirre, Siliezar, Escalon, mecánico Don Jorge Torres , entre otros que escapan a mi memoria.

En otra oportunidad conversaremos en relación a la agradable época en que vivimos y fuimos vecinos en el barrio Buenos Aires, en aquellos tiempos en que yo ya practicaba el aeromodelismo y la radio afición, de lo que quizás tengas algunos recuerdos.

Afectísimo abrazo,

Omar