- VICTORIA ANTICONCEPTIVA. En Inglaterra, los condones se vendían en
unos paquetes que llevaban el retrato de la reina Victoria, madre de
nueve hijos.
- AL ROJO VIVO. Luis IX, el único rey francés que ha sido canonizado,
ordenó quemar con un hierro incandescente la lengua de quienes juraran
en nombre de Dios.
- JORNADADAS VEDADAS. Por recomendación de su astrólogo, Luis XVI de
Francia evitaba hacer cosas importantes el día 21 de cada mes. Pero no
evitó que el 21 de Junio de 1791, la reina María Antonieta y él fuesen
arrestados; que el 21 de Septiembre de 1792, la institución de la
realeza fuese abolida en su país y que el 21 de Enero de 1793 fuese
condenado a muerte y ejecutado.
- ARCADA AL PRIMER MORDISCO. En una ocasión, Pedro I el Grande,
emperador de Rusia, obligó a su séquito a morder los músculos de un
cadáver impregnado de esencia de trementina.
- ENVIDIAS PROFESIONALES. Publio Elio Adriano (76 – 138) mandó ejecutar a su arquitecto simplemente porque sabía más que él de arquitectura.
- EXPERTO MARINERO. El príncipe Enrique el Navegante jamás navegó en expediciones para explorar los mares.
- EL MONARCA MOROSO. Para tratar las varices y la disentería que
padecía el monarca inglés Eduardo I, su médico le recetó un costosísimo
preparado a base de perlas, almizcle, oro, plata, azúcar de rosas,
resinas exóticas y pasta de ámbar gris. Tras varios años de tratamiento
sin notar mejoría alguna, el rey se negó a pagar la factura.
- LA MUJER DEL SACO. Las esposas infieles de los sultanes turcos eran
metidas en sacos con piedras y arrojadas al vacío desde los muros de
palacio.
- ¡QUÉ PIOJOSO! Se dice que Felipe II el Prudente, rey de España,
murió en 1598 de ptiriasis, o sea, una invasión excesiva de piojos.
- SÉ INFIEL Y NO MIRES CON QUIÉN. Cleopatra se casó con dos de sus hermanos y fue amante de César y Marco Antonio.
- NOBLEZAS VERDES. Uno de los pasatiempos favoritos de Enrique VIII
era la fabricación de preparados de hierbas medicinales junto a su
ayudante farmacéutico.
- CALVOS AL PODER. Para disimular su notoria calvicie, la esposa de
Carlos I, Isabel de Baviera se hacía un peinado que remataba en un
larguísimo cono del que colgaban finísimas gasas. El peinado hizo furor
entre las nobles damas del siglo XIV, de manera que el cono era más alto
cuanto más aristócrata era la cabeza que lo llevaba.
- PÁNICO EN LAS BUTACAS. En las representaciones teatrales, Nerón
hacía ejecutar a los espectadores que consideraba que no habían
aplaudido lo suficiente.
- ESTA PORCELANA ES UNA RUINA. En los siglos XVI y XVII, la moda de
competir entre los nobles europeos por reunir la mejor colección de
porcelanas chinas hizo que muchos vieran peligrar sus haciendas.
- MUY AGRADECIDO. En 1993, el sultán de Brunei, el hombre más rico
del mundo, dejó en un hotel chipriota una propina de 23 millones de
ptas.
- EL PODER DE LA UÑA. En el antiguo Egipto, ninguna mujer podía pintarse las uñas del mismo color que la esposa del faraón.
- MIL Y MUCHOS MAS AMORES. El rey Salomón tuvo 700 mujeres y otras tantas amantes.
- POR UNA PIEDRA… Enrique I de Castilla murió en 1217 de un golpe en
la cabeza con una piedra, arrojada por unos niños que estaba jugando.
- Y POR UNA TEJA. Pirro, rey de Epiro, falleció en el sitio de Argos
por una teja lanzada por una anciana desde una azotea, en el año 272.
- EDICTO PORCINO. Luis el Gordo (1081 – 1137) prohibió que los cerdos
circularan libremente por las calles de París. Esta decisión se debe a
que su hijo murió al caerse del caballo por culpa de uno de estos animales.
- BUEN TRATO PARA LA TROPA. Napoleón se excitaba acariciando con disimulo a los soldados en campaña.
- DE LO QUE SE COME… Cuantan los cronistas que el rey Fernando el
Católico era un gran consumidor de criadillas de toro, para fortalecer –
según él – su virilidad.
- CASTIDAD IMPERIAL. El rey Luis XVI de Francia y su esposa María
Antonieta no consumaron su matrimonio hasta siete años después de la
boda.
- AMOR EN BANDEJA. Una de las perversiones del rey Enrique VIII de
Inglaterra (1509 – 1547) era mantener relaciones sexuales con sus
numerosas mujeres arrojándolas sin contemplaciones encima de la mesa
donde acababa de comer.
- COMBATIR LA VINOLENCIA. El duque de Wellington (1769 – 1852) era adicto al opio, que ingería para recuperarse de las resacas.
- MAS MELONES. En cierta ocasión, Mohamed II, para descubrir cuál de
sus pajes se había comido unos melones que había reservado, mandó que se
les abriera el estómago en vivo y de uno en uno. Al llegar al
decimocuarto, apareció el culpable.
- EN MALAS MANOS. Cayo Antistio, político romano aficionado a la medicina,
era dado a practicar sangrías a sus pacientes. El incoveniente de
ponerse en sus manos es que llegaba a desangrarlos por completo.
- COMO ANILLO AL DEDO. El marqués de Crochant tenía 365 sortijas. Cada día se ponía una distinta.
- LA OLOROSA POMPADOUR. Se dice que la amante de Luis XV, Jeanne
Antoinette Poison, marquesa de Pompadour, gastó durante su vida más de
seis millones de francos de los de entonces en perfumes.
- DUELO EN LA BARBA. Cuando murió Juan II de Portugal, en 1495, se prohibió que los ciudadanos se afeitaran durante seis meses.
- MILES Y MILES DE FAVORES. Jahangir, gran mongol de la India (1569 –
1627), tenía un harén que estaba compuesto por 300 esposas, 5.000
mujeres sirvientes y un millar de jovencitos que satisfacían todos sus
caprichos.
- EL REY MELONERO. El emperador germano Maximiliano I murió a causa de una indigestión de melones.
- EL DEFENSOR DE LOS OLIVOS. El rey David de Israel consideraba el
aceite de oliva como uno de sus más preciados tesoros. Poseía vastas
extensiones de terreno plantadas exclusivamente de olivos.
- DE PRIMERO, CERA. Uno de los caprichos del emperador romano
Heliogábalo (204 – 222) era servir a sus invitados manjares de cera que
imitaban a los platos que él degustaba ante los presentes. Éstos eran
obligados, bajo pena de muerte, a simular que estaban comiendo.
- TESTA DECORATIVA. Pedro el Grande ordenó cortar la cabeza al amante
de su esposa y que la metieran en un frasco con alcohol. Obligó a la
reina a ponerlo en un lugar visible de su dormitorio.
- EL AZOTE DE LA CARNE. Tras convertirse al catolicismo, Enrique IV
prohibió la venta de carne durante la cuaresma bajo pena de muerte.
- UN ENTRENAMIENTO RAPAZ. El sultán de los turcos Bayaceto I, elevado
al trono en 1389, ordenó decapitar a 2.000 halconeros por no haber
entrenado a sus rapaces adecuadamente para la caza.
- ASESINATO EN EL RETRETE. Enrique III de Francia, un monarca vicioso
e ineficaz, falleció en la silla aguajera o retrete, al ser mortalmente
herido por Jacques Clément, en 1589.
- HECHIZOS DE VENGANZA. En 1531, el inquisidor Ugate, en el
transcurso de una cacería de brujas por tierras guipuzcoanas, fue
envenenado por éstas.
- CEREBROS PLOMIZOS. Algunos científicos sugieren que las debilidades
mentales de ciertos emperadores romanos, como Nerón y Calígula, podían
haber sido agravadas por la ingestión del plomo residual procedente de
las soldaduras de platos y vasos.
- LOS MUY CAFETEROS. El rey Gustavo III de Suecia estaba convencido
de que el café era un veneno. Y para demostrar su toxicidad condenó a un
asesino a tomar café todos los días hasta que muriese y a otro
delincuente le indultó con la condición de que bebiese té a diario. El
experimento fue seguido por una comisión de médicos, que fueron los
primeros en morir; después el rey, muchos años más tarde el condenado a
beber té y por último el bebedor de café.
- FIELES HASTA EL FINAL. Tras la ejecución de Luis XVI, todos sus
sirvientes, la florista y su leal montero se quitaron la vida.
- DEDOS DE TITÁN. El emperador germano Maximiliano I medía casi 2,60
m. de altura, y las pulseras de su mujer encajaban perfectamente en su
pulgares, motivo por el cual solía utilizarlas como anillos.
- LA MANO QUE CURA. Entre 1660 y 1664, Carlos II de Inglaterra tocó a
más de 90.000 enfermos. Por entonces se creía que las manos del rey
poseían poderes curativos.
- MORIRSE DE MIEDO. Carlos VII dejó de comer por temor a ser envenenado por sus allegados. Murió de inanición.
- UNA CIUDAD DE NARICES. Actisanés, soberano de Etiopía, ordenó
cortar la nariz a todos los delincuentes de sus dominios y les envió a
fundar una ciudad que llamó Rinocolure.
- LUIS, LA LIMA DEL XIV. Según su esposa, Madame Maintenon, un
almuerzo del rey Sol Luis XIV podía consistir en "cuatro platos de sopa,
un faisán, una perdiz, un gran plato de ensalada, cordero en su salsa,
dos lonchas de jamón, una bandeja de pasteles, frutas y huevos duros".
La autopsia practicada tras su muerte, en 1715, reveló que su estómago
tenía el doble del tamaño normal.
- VIRGENES DESHONRADAS. Para cumplir el mandato que impedía la
ejecución de mujeres vírgenes, Tiberio ordenó que antes fuesen violadas
por el verdugo.
- LA CONDESA SANGRIENTE. La condesa húngara Elisabeth Bathory fue
emparedada en 1611 por asesinar a más de 650 jovencitas y bañarse en su
sangre, convencida de que por este método mantendría eternamente la
juventud.
- LAS CARIES DEL TIRANO. Se cuenta que los constantes cambios de
humor y el carácter tiránico y veleidoso del monarca sueco Gustavo I se
debían a las tremendas caries que tenía, que amenazaban con taladrar su
mandíbula.
- IVANCITO EL TERRIBLE. A los 12 años de edad, el futuro zar de Rusia
Iván IV el Terrible empezó a torturar animales por divertimento, y
arrojaba perros y gatos al vacío desde las almenas del Kremlin para
observar cómo se estampaban contra el suelo.
- LAS MELOPEAS DE TIBERIO. Escribe Suetonio que Tiberio Claudio Nerón tenía tal afición al vino que los soldados llegaron a llamarle Biberius Caldius Mero.
- EL REY DE LOS OTROS. El temido Atila, rey de los hunos, no murió en
el campo de batalla, sino en el lecho conyugal, haciendo el amor con su
esposa número 453 en la noche de bodas.
- PATÍBULO CON PREMIO. Una ordenanza de Carlos I (1661 – 1700) de
Inglaterra disponía que los verdugos podían quedarse con las prendas que
llevaba el reo en el momento de la ejecución.
- ALMORRANAS IMPERIALES. Algunos expertos aseguran que una de las
causas decisivas de que Napoleón perdiera la batalla de Waterloo fue un
ataque de hemorroides, ya que éstas no le dejaron dormir durante las
noches que duró la contienda.
- MANDATO A DISTANCIA. La reina de Inglaterra Berengaria, que
contrajo matrimonio con Ricardo Corazón de León en 1191, nunca vivió ni
visitó ese país.
- UN SOLETE EN LA COCINA. Luis XIV, el Rey Sol, frecuentaba demasiado
la cocina de palacio, pero no con fines gastronómicos, sino para
mantener relaciones íntimas con las cocineras y camareras.
- ESCLAVA DE LA BELLEZA. La reina de Babilonia Semiramis tenía 50
esclavas que se dedicaban exclusivamente a los cuidados de su belleza.
- SILENCIO Y ACCION. La noche anterior a su ejecución, Catalina
Howard, quinta esposa de Enrique VIII, mandó que llevaran a su celda el
hacha y el tajo del verdugo para ensayar la decapitación.
- TRAJES PARA TODA OCASION. La emperatriz Isabel I de Rusia poseía más de 15.000 vestidos.
- UN DESCUBRIMIENTO MUY BARATO. La primera expedición de Colón al
Nuevo Mundo le costó a la reina Isabel la Católica lo que dos banquetes
reales.
- ASIGNATURA PENDIENTE. Carlomagno (742 – 814) fue incapaz de aprender a escribir.
- SERÁ POR PECHOS. Dicen que Ana Bolena, esposa de Enrique VIII, tenía tres senos.
- PEQUEÑO PERO MATON. Pipino el Breve (715 – 768) portaba una espada
casi medio metro más alta que él. Este rey de los francos tenía una
estatura de 1,37 metros, pero era temido por su valor y su maestría con
el hierro.
- TRUCOS DE PALACIO PARA EMPINAR EL CODO. La princesa Isabel, hija de
Catalina I de Rusia (1684 – 1727), asistía junto con otras muchachas de
la corte a bailes de travestidos para emborracharse. En aquella época,
las mujeres no podían beber alcohol en las fiestas.
- LA MARQUESA CHULETA. El secreto de la marquesa De Maintenon para
seducir a su amante Luis XIV, con el que más tarde contrajo matrimonio,
fueron las chuletas de ternera. La dama aseguraba que esta carne
aderezada con clavos, albahaca, anchoas y un chorrito de cognac es un
reclamo sexual al que pocos hombre pueden resistirse.
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