“Elegir entre la dignidad y la obediencia”: Eduardo Galeano habla sobre el mundo actual
Eduardo Galeano, siempre lúcido y crítico,
ofreció una entrevista al diario catalán La Vanguardia donde habla de
temas cruciales del escenario político actual: la libertad, la lógica
del trabajo y la producción, el dilema entre la dignidad y la
obediencia.
Eduardo Galeano es uno de los
intelectuales latinoamericanos más reconocidos de varias generaciones,
sobre todo por su singular mezcla de lucidez, combatividad y crítica,
aderezada con un estilo que lo hermana con algunos de los movimientos
literarios más celebrados del continente.
Recientemente Galeano, ya de 71 años de
edad, ofreció una entrevista al diario catalán La Vanguardia, realizada
por la periodista Ima Sanchís. Ahí el autor de Las venas abiertas de América Latina,
entre otros títulos no menos leídos, habló de la situación actual de
este mundo basado en la lógica utilitaria del trabajo y al producción,
en el desgaste que esta acarrea para otros aspectos fundamentales del
ser humano como las relaciones sociales o la posibilidad de libertad.
“Somos una civilización de soledades que
se encuentran y desencuentran continuamente sin reconocerse. Ese es
nuestro drama, un mundo organizado para el desvínculo, donde el otro es
siempre una amenaza y nunca una promesa”, dice Galeano, para quien el
prójimo se ha convertido, acaso sin nosotros quererlo, en una especie de
enemigo al cual, sin embargo, es necesario y urgente acercarse.
El escritor uruguayo ahondó sobre ese
comportamiento acrítico que parece dominar a la mayoría de la población
en el mundo, por el cual situaciones como la guerra, el miedo o la
violencia nos parecen totalmente normales, siendo que, en sentido
estricto, no deberían suceder.
Sanchís pregunta frontalmente: “¿Somos
un gran rebaño de borregos?”, a lo cual Galeano responde, no sin cierto
animo esperanzador: “Por todos lados aparecen símbolos asombrosos de
resistencia y de vida. Lo mejor que tiene la vida es la capacidad de
sorpresa”.
¿Cómo averiguar si uno está vivo o es un muerto viviente?
Habrá que
preguntarse hasta qué punto soy capaz de amar y de elegir entre la
dignidad y la indignidad, de decir no, de desobedecer. Capaz de caminar
con tus propias piernas, pensar con tu propia cabeza y sentir con el
propio corazón en lugar de resignarte a pensar lo que te dicen.
[…]
¿Qué faceta humana nos destruye?
El conformismo, la
aceptación de la realidad como un destino y no como un desafío que nos
invita al cambio, a resistir, a rebelarnos, a imaginar en lugar de vivir
el futuro como una penitencia inevitable.
En cuanto a la libertad, un asunto siempre difícil de definir en su dimensión práctica, Galeano dice:
Los desafíos que uno
enfrenta cada día son los que te abren una rendija para elegir entre la
dignidad y la obediencia. Libre es el que es capaz todavía de elegir la
defensa de su dignidad en un mundo donde, quieras o no, en algún
momento tendrás que tomar partido entre los indignos y los indignados.
[La Vanguardia]
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