Tengo poco que decir de este gran hombre de las ciencias, de las letras y las aulas; oriundo de un lugar calientisimo que se llama Zacapa en Santa Bàrbara; un hombre brillante para su època que demostrò capacidad y honestidad, gran generador de almas profesionales; y sus virtudes no se comparan a otros que dicen llamarse "forjadores de generaciones"; este señor sì fuè un gran forjador de mentes privilegiadas.
Hombre investido de sencillez y mucha capacidad pedagógica, destacándose como miembro del Partido Nacional que le confió la presidencia de su Comité Central en los años setenta. Fue Director General de Educación Primaria y Secretario de Estado en el Despacho de Educación; escribió una serie de libros sobre educacion en nuestro país, sobre la vida política del General Morazán y la historia del Partido Nacional.
Su hogar lo formó en Tegucigalpa, por intermedio de un hierno suyo conoci a su esposa cariñosamente llamada "doña ticha"; a parte de sus hijos grandes trabajadores y honrados. La muerte le sobrevino alla por el año 1997 en Tegucigalpa, a la que hizo su segundo hogar; hoy recordamos a don Rafael como baluarte de la educaciòn Nacional.
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